Mi hermano
"Nunca le perdoné a mi hermano gemelo que me abandonara durante siete minutos en la barriga de mamá, y me dejara allí, solo, aterrorizado en la oscuridad, flotando como un astronauta en aquel líquido viscoso, y oyendo al otro lado cómo a él se lo comían a besos.
Fueron los siete minutos más largos de mi vida, y lo que a la postre determinarían que mi hermano fuera el primogénito y el favorito de mamá.
Desde entonces salía antes que Pablo de todos los sitios: de la habitación, de casa, del colegio, de misa, del cine... aunque ello me costara el final de la película..."
Fueron los siete minutos más largos de mi vida, y lo que a la postre determinarían que mi hermano fuera el primogénito y el favorito de mamá.
Desde entonces salía antes que Pablo de todos los sitios: de la habitación, de casa, del colegio, de misa, del cine... aunque ello me costara el final de la película..."
Siempre tenía que salir él antes y yo no lo entendia pero sí, era así.
Cuando cumplimos los 18 años, los regalos se los dieron a el primero y hasta que no los abrió a mí no me los diron. Ese día fue el último que mi hermano y yo nos hablamos. Yo me fui a estudiar a Valencia con una beca porque decidí que lo mejor era irme de casa a vivir mi vida, ya que en ella no me encontraba bien por culpa de mi hermano. Mi vida siguió sin saber nada de mi familia, hasta que terminé la carrera con 26 años, que por casualidad encontré trabajo en mi ciudad. Cuando llegué decidí un día ir a visitar a mi hermano pero ese día no había nadie. A la semana siguiente, volví a ir. Ese día sí que hubo suerte allí estaba él mi gemelo. Cuando abrió la puerta no se lo creíia era yo, su hermano, me dio un gran abrazo y allí en casa, le conte todo lo que había hecho todos esos años y el porque de mi marcha. Al terminar, mi hermano llorando, me dijo:
-¡Nunca más nos vamos a separar y los dos juntos, seremos los primeros en todo!